Pablo Goncálvez. El primer y único (hasta la fecha) asesino serial de Uruguay. Los crímenes de Carrasco

El asesino

Pablo José Goncálvez Gallareta nació el 6 de marzo de 1970 en Bilbao, España. Su padre fue el diplomático Hamlet Goncálvez, quien cumplió funciones representando a Uruguay en España.

A los 9 años se radicó en Uruguay, específicamente en el Barrio Carrasco, la zona más acomodada de Montevideo. Era miembro de la alta sociedad de la capital del país. Se destacó en sus estudios y comenzó la carrera de Ciencias Económicas en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República. Quienes lo conocían lo recuerdan como alguien normal, aunque poco sociable.
En 1991 una empleada de un hospital (28 años) lo denunció por haberla violado tras amenazarla con un arma en su auto, esposarla y secuestrarla. La policía lo investigó, pero quedó libre sin cargos.

Apariencia de Pablo Goncálvez durante los asesinatos

Modus operandi

Goncálvez asesinaba a mujeres. Para llevar a cabo su cometido, las sofocaba. Se decía que buscaba a jóvenes delgadas y morochas.

Víctimas

Ana Luisa Miller Michero

Su primera víctima fue Ana Luisa Miller Michero, licenciada en Historia y docente de 26 años. Era hermana de la reconocida tenista Patricia Miller. Fue asesinada por asfixia el 1 de enero de 1992. Su cuerpo, con marcas de golpes en el rostro, fue arrojado por la mañana sobre las dunas de la playa de Solymar (una playa próxima a Carrasco), a escasos metros de la prefectura naval. El asesino no intentó ocultar a la víctima y, menos aún, sepultarla. Su auto estaba a metros de la casa de Goncálvez. Al momento de su muerte, mantenía un noviazgo con el ingeniero Hugo Sapelli, quien fue considerado el inicial sospechoso, pero pasó la prueba del polígrafo y no hubo ninguna evidencia que lo incriminara. Su cuerpo fue encontrado el mismo día que desapareció.

Andrea Gabriela Castro Peña

Su segunda víctima fue Andrea Gabriela Castro Peña, una adolescente de 15 años. Fue asesinada por asfixia el 20 de septiembre de 1992, alrededor de nueve meses después del primer crimen. La joven fue llevada a la fuerza por Goncálvez cuando salía de la discoteca England de Carrasco, la cual era frecuentada por el asesino. La quinceañera fue estrangulada y su cuerpo enterrado en una playa de un lujoso balneario de Punta del Este, a unos 120 kilómetros de Montevideo. Según informa el portal henciclopedia.org.uy, su cadáver estaba dentro de una precaria tumba que el ejecutor cavó con sus propias manos. Este crimen tuvo la peculiaridad de que Goncálvez dejó, a modo de firma, anudada una corbata de su pertenencia en el cuello de la difunta. Andrea estuvo casi 18 días desaparecida.

María Victoria Williams

Su tercera y última víctima fue María Victoria Williams, una joven de 22 años. Fue asesinada por asfixia dentro del domicilio de Goncálvez el 5 de febrero de 1993, alrededor de cinco meses después que la segunda víctima. Ella era vecina de Goncálvez. El criminal había fingido que su abuela sufrió un ataque cardiaco y le pidió ayuda a María Victoria. Una vez dentro de su casa la golpeó y la asfixió con una bolsa de nylon. Escondió el cadáver tras un sofá por 36 horas, hasta que lo descartó en inmediaciones del arroyo Carrasco. Fue encontrada 9 días después de su desaparición. El mismo Goncálvez participó de las pesquisas de búsqueda de la joven.

Lugar de los hechos



Vista aérea de una playa de Carrasco

Desenlace

La policía interrogó a cientos de personas, sin resultados. Un amigo de Goncálvez entregó a la policía unas esposas que éste le había dado. Los investigadores recordaron la denuncia de violación, donde la enfermera explicó que la esposó, ataron cabos y lo detuvieron. Fue atrapado en Brasil (había viajado a Porto Alegre para visitar a sus medio hermanos) y conducido a la Jefatura de Montevideo.

Después de confesar los homicidios, Goncálvez se desdijo, afirmando que había sido torturado por la policía. Pero la justicia concluyó que su relato inicial y las pruebas halladas eran suficientes para enviarlo a prisión, ya que sólo el asesino podía saber algunos detalles de los hechos. Fue condenado a 30 años de prisión, la pena máxima de Uruguay.

En la cárcel, Goncálvez fue atacado a puñaladas y casi muere. También se casó y hasta tuvo una hija con una mujer que lo visitaba, pero luego se divorciaron. Estudió Derecho, Economía y enseñó inglés a otros presos.

En los últimos tiempos estuvo recluido en un presidio de baja seguridad de una zona rural, al noreste de Montevideo.

Tuvo algunas salidas transitorias, sin lograr la libertad anticipada. Logró reducir la pena máxima a 23 años, cuatro meses y tres días.


Pablo Goncálvez en la actualidad

Góncalvez salió libre el jueves 23 de junio de 2016 a los 46 años, tras haber cumplido completamente su pena. Vive en Paraguay desde el año 2017 y contrajo matrimonio con una paraguaya. Ese mismo año fue detenido en Paraguay por el cargo de portar un arma no registrada y cocaína. Fue condenado a dos años de cárcel. Cumplía su condena en la Penitenciaría Regional Coronel Oviedo, a unos 150 kilómetros de Asunción, pero causó problemas, que incluyó una amenaza al director del recinto, y fue trasladado a la Penitenciaría Regional de Concepción. Tuvo problemas de convivencia con otros reclusos y fue aislado en varias oportunidades. En agosto de 2019 completó su segunda pena.

Peritos uruguayos y numerosos criminólogos lo diagnosticaron con trastornos de personalidad antisocial, situación que no asegura que esté en condiciones de convivir en sociedad. Tras haber cumplido con la totalidad de su condena, Paraguay pretende expulsarlo del país.

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